Entre los lugares vigilados por la policía se cuentan los sitios donde el Papa oficiará misas, se encontrará con jóvenes e inaugurará la conferencia de obispos latinoamericanos, como la ciudad de Aparecida, a 167 kilómetros de la capital paulista, y el estadio Pacaembu, zona oeste.
Los edificios altos, en puntos estratégicos, también serán ocupados por agentes.
"Realizaremos una vigilancia velada. No puede haber una ventana en la que no sepamos qué puede pasar", garantizó el delegado.
Freire, que participó de operativos de seguridad de las visitas del antecesor de Benedicto XVI, Juan Pablo II (1991 y 1997), y de Dalai Lama (2006), aseguró que "el grado de riesgo es mayor por el extremismo religioso, que puede causar tumulto".
El operativo para la seguridad del Papa "será severo y rígido y para eso las Fuerzas Armadas y las policías civil, militar y federal realizan reuniones permanentes", completó el delegado ante
Globo News.