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Un testigo revela que en una reunión se habría buscado inculpar a Pachelo

Un ex gerente del country Carmel donde fue asesinada María Marta García Belsunce volvió a complicar la situación de Carlos Carrascosa, al asegurar que cuando aún se creía que la mujer había muerto en un accidente se realizó una reunión en el estudio del abogado del viudo, en la que se mencionó al vecino Nicolás Pachelo.
El militar retirado Julio Terán declaró como testigo en la décimoquinta audiencia del juicio oral que se sigue contra Carrascosa y aseguró, además, que Pachelo -a quien el viudo acusa de tener responsabilidad en el crimen- era custodiado las 24 horas por un vigilador y que el día del homicidio no se reportó que realizara ningún movimiento extraño.

Terán, quien ingresó como gerente del country Carmel el 10 de octubre de 2002 -17 días antes del crimen- relató que en una fecha posterior a la muerte de María Marta concurrió a una reunión que se realizo en el estudio jurídico de José Scelzi, luego elegido por Carrascosa como defensor.

El testigo afirmó que "se habló de la responsabilidad de Cazadores (la empresa encargada de la seguridad en el barrio) y el tema del socio Pachelo en términos generales", y remarcó que cuando fue a esa reunión "no se sabía todavía que había sido un homicidio" la muerte de María Marta.

"Me acuerdo que fue antes del 5 de diciembre porque ese día recibí un oficio de la fiscalía en la que decía que había cambiado la carátula", aseguró Terán, en relación a que cuando se comprobó que la víctima había sido asesinada fue tras la autopsia, tres días antes.

Terán detalló que a esa reunión asistieron el abogado Alejandro Arauz Castex (vecino de Carrascosa), el gerente y el titular de la empresa Cazadores, y el presidente del country, Alberto White, quien le pidió que lo acompañara, lo cual dijo que no era algo "normal".

Pese a que Terán no lo dijo expresamente, esa reunión generó en la audiencia la sospecha de que Carrascosa estaba planificando acusar del homicidio a Pachelo, incluso antes de que se conociera públicamente que la víctima había sido asesinada de seis balazos en la cabeza, dijeron a Télam fuentes judiciales.

Luego, el ex gerente de Carmel explicó que cuando asumió el cargo había "un hombre asignado a vigilar a Pachelo", porque había sospechas de que robaba en el barrio, y que el vigilador estaba en un puesto fijo situado a 100 metros de la casa de Carrascosa, casi frente a la casa del vecino.

Sin embargo, explicó que él decidió que se transformara en un puesto móvil porque "no era tan fácil de ser burlado" y debido a que le parecía "molesto perseguir a un socio".

Explicó entonces que un vigilador al que identificó como Valenzuela o Villaroel tomaba datos de todo lo que hacía Pachelo y que cada vez que salía de la casa, avisaba por radio a la guardia con las frases: "Sale Romeo" o "Salen Romeo y Julieta", si lo hacía con su esposa.

Según Terán, los vigiladores confeccionaban un informe diario de los movimientos del vecino, que le entregaban a primera hora de la mañana, y nunca recibió quejas del joven pese a que -según su parecer- "sabía que lo vigilaban".

"Mi objetivo era que supiera que estaba vigilado, buscaba que se sintiera así", reconoció Terán, pero remarcó que el día del crimen no tuvo "ninguna novedad" sobre el vecino.

Señaló también que asignó para la custodia, al hombre que consideraba más capacitado porque "el nivel intelectual de Pachelo era posiblemente superior al de los vigiladores", aunque admitió que el vecino no podía hacer "muchas trampas", ya que desde su casa podía salir sólo por dos caminos y "era fácil de controlar".

Terán explicó que desde el lugar donde habitualmente estaba el vigilador se podía ver la calle donde estaba la casa de María Marta, pero que no recordaba si el día del asesinato "el rondín era fijo o móvil", ya que lo modificó a poco de asumir el cargo.

La declaración del ex gerente, que renunció al cargo en octubre de 2005, fue desfavorable para la defensa de Carrascosa y la querella, quienes buscan probar que María Marta fue asesinada en un robo cometido por Pachelo y vigiladores del barrio.

Junto a un mapa del country, el testigo señaló que en el barrio había doce hombres de seguridad, dos de los cuales controlaban los ingresos y egresos, un alarma perimetral que detectaba vibraciones en el alambrado, 14 cámaras que enfocaban hacia el exterior y un domo, una cámara que gira 360 grados y que controlaba el campo de golf.

Sin embargo, remarcó que el 27 de octubre de 2002 "no se detectó ninguna falla en la seguridad".

Consultado sobre los vigiladores que trabajaban en el country y estaban bajo su responsabilidad, Terán dijo que "el concepto general era bueno" y que creía que era "una mentira" que robaban en el barrio.

Otro tema que se tocó en la declaración de Terán, que se extendió durante una hora cuarenta, fue por qué cuando se enteró de la muerte de Marta Marta, media hora después de que la familia lo informó, optó por no llamar a la Policía.

"El tema estaba circunscripto a un domicilio particular. Llamar a la policía por un accidente doméstico no me pareció y no lo hice. No estaba escrito en ningún lado", respondió. (Télam)

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