La gente a través de un movimiento de autogestión “inauguraron la avenida sin invitar a funcionarios municipales y con ritos ancestrales propios. Me dieron wipala y hubo danza para la Pachamama”, contó Gieco.
Más allá del reconocimiento al músico, en el pueblo jujeño de San Pedro, el músico apadrino un proyecto de casa de acogida para mujeres maltratadas. De su bolsillo ha salido el dinero para pagar el alquiler de la casa durante dos años, además, con la recaudación de un concierto espera sacar dinero para pagar médicos, medicinas y abogados para la casa.
“No podemos dejar las cosas urgentes en manos de la policía o los políticos y menos en Jujuy. Las casas de refugio es una causa positiva entre las tantas negativas, porque otras provincias se pueden contagiar”, sostuvo Gieco.
También colabora con otro proyecto en la provincia norteña en la que se busca ser rehabilitado un centro de ayuda a niños discapacitados en La Quiaca.
Lo tiempos van cambiando y antes los nombres de las calles o los monumentos lo llevaban políticos, ahora este tipo de reconocimientos por parte de la gente recae en los músicos como el líder de Los Abuelos de la Nada, Miguel Abuelo que tiene su plazoleta en el barrio porteño de Belgrano y una calle en la provincia de Córdoba. También tiene su estatua Norberto “Pappo” Napolitano en el barrio de la Paternal y el cantante de tangos, Roberto Goyeneche en Saavedra, entre otros.
Cien años
Con motivo de los actos de celebración del centenario de la ciudad, el 26 de febrero se organizó en la ciudad un festival con actuaciones de Teresa Parodi, Jaime Torres, Mercedes Sosa, Víctor Heredia y León Gieco.
La ciudad jujeña de la Quiaca se encuentra ubicada en la frontera con la República de Bolivia y, es la localidad más elevada de Argentina, a 3.442 metros sobre el nivel del mar.
Luis Viviant
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