En la décima audiencia, que se realizará el martes, y en las siguientes está previsto que se escuchen las intervenciones telefónicas que el fiscal Diego Molina Pico realizó durante la instrucción de la causa a los familiares y amigos de la víctima, así como al imputado Carlos Carrascosa.
En una de ellas, el viudo habla con su cuñada Irene Hurtig y le dice "si está todo listo, me rajo", pero según aclaró Carrascosa en su indagatoria no estaba haciendo alusión a una fuga, sino a unos días de descanso en Mar del Plata.
En otra intervención, el vecino Sergio Binello haría alusión a que "paró a la Policía" para que no ingresara al country tras el homicidio, mientras que en una tercera el padre de María Marta explicaría que no se presenta como particular damnificado en la causa porque sospecha del "encubrimiento" del asesinato.
Además, Molina Pico presentará con gráficos los entrecruzamientos de llamados realizados con el sistema VAIC Telemétrico, un programa que determinó -a través de teléfonos celulares- dónde estaban los sospechosos el día del crimen.
Otra prueba pendiente a exhibir por la fiscalía, que además de Molina Pico integran los fiscales John Broyad, Jorge Ariel Apolo y Diego Grau, serán fotogramas de las grabaciones de las cámaras de video del ingreso y egreso del country Carmel.
De esta manera, se podrá ver a qué hora ingresaron o egresaron del country todos los sospechosos del caso, entre ellos los familiares, vecinos y amigos de la víctima.
En principio, se exhibirán las fotos, aunque si alguna parte lo solicita, el tribunal podría aceptar que se pase el video completo.
A pedido de la querella, representada por los abogados Zulema Rivera y Gustavo Hechem, se leerán nuevas partes del expediente que se tramitó en la Justicia porteña por la falsificación del certificado de defunción de María Marta.
En esa causa el cuñado de la víctima, Guillermo Bártoli, fue investigado por haber hecho asentar que María Marta había muerto en un departamento de la calle Junín de la Capital de un paro cardiorespiratorio, cuando en realidad el fallecimiento fue en Pilar.
Otro trámite que está pendiente es la exhibición del video de la autopsia efectuada a la víctima por dos peritos que aseguran que, a simple vista, era imposible determinar que la mujer tenía cinco balazos en la cabeza.
Según dos declaraciones que se leyeron el miércoles pasado, los médicos forenses advirtieron que la mujer había sido asesinada cuando abrieron el cráneo y hallaron cinco proyectiles, lo cual benefició a Carrascosa y a los familiares que siempre dijeron que María Marta había tenido un accidente y nunca vieron los orificios en su cabeza.
Durante la semana, el tribunal tendrá que resolver si cita como testigo a Nicolás Pachelo, acusado por Carrascosa de tener vinculación con el asesinato de su esposa, al igual que un grupo de vigiladores investigados por cometer robos en el Carmel.
Es que la defensa del vecino del country advirtió a los jueces que si Pachelo declara como testigo, la defensa no podrá hacerle preguntas de cargo.
María Marta García Belsunce fue asesinada de seis balazos en la cabeza el 27 de octubre de 2002 en su casa del country Carmel de Pilar, pero su familia instaló la hipótesis de que había muerto en un accidente al resbalarse en la bañadera.
El crimen recién se descubrió un mes y medio más tarde, cuando se hizo la autopsia.
Al juicio llegó como único imputado el viudo Carrascosa, acusado como coautor de homicidio calificado por el vínculo o subsidiariamente por encubrimiento agravado. (Télam).
