Durante la emotiva ceremonia, celebrada por el Padre Roberto Barón, quien fuera amigo personal, y guía espiritual de Ricardo Ubieto, pudo observarse en los asistentes gestos de profunda emoción y dolor.
Una vez finalizada la misa, los concurrentes formaron una interminable fila para expresar su pesar a Amanda, y al Padre Barón, que desde el atrio recibieron a cada uno de los vecinos que les acercaron sus saludos.
Al Finalizar la ceremonia dialogamos con el Padre Barón, que destacó: “Dios me regaló una amistad con Ubieto durante muchísimos años, y tuve la gracia de ser Sacerdote para acompañarlo desde el silencio y la amistad con mucho cariño, fue un tiempo muy hermoso”.
Barón celebró el haberlo podido acompañar en sus últimos días de vida “este ultimo tiempo fue muy doloroso, pero muy pleno para mi vida sacerdotal, que el comulgara todos los días, la alegría con la que me esperaba, el consuelo que le podía dar, uno esta muy triste por la muerte, pero estoy feliz como Sacerdote por haber hecho todo lo mejor”.
El Padre Barón, que se mostró impresionado por la cantidad de gente que concurrió a la misa, recordó además “durante el entierro vi a una persona muy humilde que le faltaba una pierna, y que su muleta era un palo que lo habría sacado de un árbol, y se paro delate del cajón y gritó ‘gracias por devolverme la dignidad', la verdad me impresionó muchísimo”.
Cabe recordar que Ubieto fue el impulsor de restaurar en Tigre la caravana náutica en memoria de la Inmaculada Concepción, al respecto el Padre recordó “siempre me tenía que aguantar, por lo nervioso que me ponía por si llovía o no, y la verdad en ésta última caravana nos regaló un día hermoso, la verdad sentí su presencia”.